Outsiders
Si tuviera que fundar un país con toda la gente que ha sido insuficientemente valorada o querida en estos últimos años creo que tendría un gran país. Al igual que en las dinámicas observadas en Gran Hermano, el personaje más interesante sale el primer día, luego hay una lucha constante entre malos y tontos que terminan de ganar estos últimos y, salvo esto, que tiene un cierto halo de mérito inverso, el asunto pierde interés desde el minuto cero. Pero que gran país tendría si pusiera a mi catedrático de referencia de sabio de la montaña, a Pestañitas de Ministra de Economía o a la petisa de secretaria de Estado de Comercio, por ejemplo. El hecho es que si recompusiera un reino con todos estos principes destronados y princesas, tendría un mundo espectacularmente brillante y plagado de talento, de ojitos iluminados, de gentes transparantes, profundas, honestas, coherentes y muy sólidas. Los fatuos que no miran a los ojos, los caguetas, los listillos, los eternos conformes y las niñas mona