La mala leche

El mítico George suele deleitarse haciendo propósitos de año nuevo cada vuelta de vacaciones. Lo hace de forma natural y siguiendo religiosamente el perfil del coleccionista que partir de septiembre da trabajo a los kioskeros del mundo porque uno vive programado con el curso escolar "ad aeternum".
Y como todo se pega (yo creo que hasta la hermosura) me he propuesto iniciar el curso escolar en paralelo al año cósmico. Como he vuelto de las vacaciones en plan zen y no hay quien me arranque la paz interior, he decidido seguir con la inercia y desechar la mala leche de mi paisaje inmediato.
Así que, quedais avisados todos los malhumorados, insatisfechos, pesimistas llenos de ira, antisociales y frustrados de todo pelaje: a terapia o a vuestra casa. No compramos clinex.
En cierta forma es el correlato de la teoría de mover el culo que inicié el año pasado. Cada uno se hace maduramente cargo de sus cosas y mueve el culete para cambiar las que no le gusten (el que quiera peces que se moje el idem...)
Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te llenas infinito de mala baba...entonces no te quedes conmigo. A paseo majos...

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