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Mostrando entradas de octubre, 2010

Funcionarios

Mi perplejidad es grande hoy, descubro, ojiplática, que Caradeajo es una mosquita muerta. La que denominaré Malaspulgas ha hecho su entrada triunfal como personaje de este blog. La escena ha estado cargada de fuerza: al ser empujada groseramente por un pequeño hombrecillo de medio pelo se ha lanzado a defenderse del atropello en alta voz. Casi como una manifestante de primera fila ha denunciado “la brutalidad”. Little-low-cost-men se ha hecho el sueco, como si llevara unos cascos puestos. Malaspulgas le seguía con la mirada, es de esas personas que no consientes, literalmente, ser mínimamente agredidas. Le miraba enfurecida mientras buscaba las palabras…-“es indignante…el…el…papanatismo”. Me ha encantado. El Papanatas, que no es un viajero habitual sino uno de esos vagos con abono transporte que utilizan el 14 para ahorrarse un par de paradas de paseo, ha permanecido mudo, helado, como en el “pause” hasta que ha logrado bajarse del autobús. Sólo entonces, Malaspulgas ha seguido leyend

Activismo retórico

Por razones que no vienen al caso, estuve ayer leyendo un discurso político. Mi intención era, como tantas ocasiones, analítica y el ánimo, el propio de esta nueva etapa de mi vida, libre y distante. La conclusión final de lectura: un tostón. Su estructura correcta, articulaba un par de ideas fuerza, una vinculada a la esperanza y otra a la convergencia. Nada nuevo, palabras envasadas al vacio (como una mermelada) de asesoría parlamentaria. Creedme, lo conozco bien. Nada de riesgo, pura corrección y la emoción del cauto, del funcionario… La mayoría de los políticos de hoy no emocionan so pretexto de huir de la fatua retórica o algo peor, del infame populismo propio de repúblicas bananeras. Sin embargo, la emoción deviene casi una obligación moral cuando uno vive en un país abúlico y acrítico que oscila del acomodamiento al cabreo sin mediar palabra, acostumbrado como está a olas y contraolas de indiferencia y frentismo. Emocionar con las palabras no convierte al orador en juglar ni al