Proceso de selección
Dice la pizpireta Elsa Punset que una de las fórmulas más eficaces para superar un episodio de tristeza, consiste en coger la historia y contarla a otros de forma exageradamente dramatizada. De este modo, el triste evento se convierte en un sainete de Woody Allen y en vez de llorar te mueres de risa. Elsa , va por ti: Andaba yo nerviosa y emocionada ante la inminente segunda entrevista del proceso de selección donde participaba. Llegó el día y yo acudí monísima de la muerte y oliendo a frescor salvaje del Caribe. Comencé mi intervención, eso debo admitirlo, de forma bastante caótica, farfullando incoherentes latinajos mientras el jurado que más bien parecía el tribunal de los 300 me miraban fija y secamente con una mirada que, traducida al lenguaje verbal decía, más menos, “que- co - ño - stas - dic - iendo ”. Sin embargo, poco a poco, comencé a hilar algunas frases, hasta el punto que, al cabo de un rato, me acerqué bastante a ser candidata a un galardón de la categoría de “ nor