Petunia, hazme un sombrero

Petunia tiene la tez nívea,
Su pelo, negro y brillante como de turmalina,
oscila a la exacta velocidad de un diapasón
cuando camina.

De profesión: sombrerera modernista.
Pintora de vocación,
nunca terminó un cuadro
porque, como todo el mundo sabe,
lo difícil del arte,
es un buen final.

Idealista, vehemente,
contempla a veces,
desde una silla en mitad de la pista del circo
el mundo como es
cuando no se sueña.

Para Petunia, comienzo y final,
no son protagonistas
pero suele detenerse en los matices
que acaba prendiendo
como pajaritos en un sombrero.

By the way, ¿por qué no me haces un bonito sombrero?

O mejor, vayámonos juntas
a conducir por la costa
pitando a cretinos
a cazar mariposas.
(te confieso que en el sombrero quiero alguna)
A carcajearnos entre sorbo y sorbo
con tu ducha pituitaria
(capaz de distinguir pimienta y trufa blanca)
a San Gimigniamo, Pasadena,
Motril
o cualquier otro lugar hermosamente soleado
entre higueras y ropa tendida.

Coge el hilo y enhebra sin tardanza
botones, tules, fieltros y frutos rojos
mariposas, nubes y gotas de lluvia.

Pero por favor, Petunia mía,
hazme pronto un bonito sombrero.

Comentarios

  1. Precioso Sus...como siempre...
    Ana

    ResponderEliminar
  2. q lindo sus!!! hacia mil años q no te podía leer y hoy me tomé MI tiempo, ya te echaba de menos...me ha encantado :-)

    ResponderEliminar
  3. Bonita poesía. Sí señora, yo también quiero otro sombrero... con petunias

    No sé si saldré como anónimo, soy el hues, ya investigaré en este ente literario. Hoy he visto la movida de la señora ministra en directo, y he pensao, ande andará Susanita? Besos

    ResponderEliminar
  4. Por aquí me ando, poetizando por las esquinas las esquinas más afiladas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Inner Fight

Nos partió un rayo

Algo bonito