Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

La nueva vieja era

Imagen
Dicen algunos que ha empezado una nueva era. No sé si eso es cierto, empíricamente cierto o siquiera si es empíricamente posible validar dicho aserto o negarlo. Es como la   probatio diabólica   que hace recaer la carga de la prueba en quien no puede demostrar nada. No puedo hacer, por tanto, una aproximación cercana a la VERDAD pero si una reflexión confusa, incierta y plenamente subjetiva de esa supuesta nueva era en la que lo nuevo engulle a lo viejo pero en la que las madres trabajadores llevan al escaño a su niño colgado de la teta como las mujeres recolectoras del neolítico en defensa del derecho fundamental a la crianza con apego. Empezaré por el final. Estaba yo saliendo del Congreso y bajaba la carrera de San Jerónimo con una sensación de desasosiego, mezcla de esperpento y disgusto por una primera sesión constitutiva que parecía un circo de tres pistas y donde se olía más el tufo del rencor y la autosuficiencia que el verdadero aliento renacentista de un cambio de era. Más bi